Yo………… me entrego, Madre, a Tu protección y a Tu guía; no deseo caminar solo en medio de la tempestad de este mundo. Ante Ti me presento, Madre del Divino Amor, con mis manos vacías, pero con mi corazón colmado de amor y esperanza en Tu intercesión. Te ruego me enseñes a amar a la Santísima Trinidad con Tu mismo Amor, para no ser indiferente a Sus llamados ni indiferente a la humanidad.
Toma mi mente, mi pensamiento, mi consciente e inconsciente, mi corazón, mis deseos, mis expectativas, y unifica mi ser en la Voluntad Trinitaria, como lo hiciste Tú, para que la Palabra de Tu Hijo no caiga en terreno árido.
Madre, unido (a) a la Iglesia, Cuerpo Místico de Cristo: sangrante y despreciado en este instante de oscuridad, elevo a Ti mi voz suplicante para que la discordia entre los hombres y los pueblos sea aniquilada por Tu Amor Materno.
SOLEMNEMENTE TE CONSAGRO HOY, MADRE SANTÍSIMA, TODA MI VIDA DESDE MI NACIMIENTO. CON PLENO USO DE MI LIBERTAD, RECHAZO AL DEMONIO Y SUS MAQUINACIONES Y ME ENTREGO A TU INMACULADO CORAZÓN. TÓMAME DE TU MANO DESDE ESTE INSTANTE, Y A LA HORA DE MI MUERTE, PRESÉNTAME ANTE TU DIVINO HIJO.
Permite Madre de Bondad, que esta mi consagración sea llevada en manos de los Ángeles a cada corazón para que se repita al infinito en cada criatura humana.
Amén.
No olviden, llamen a María, en desolación, tentación, peligro, muerte inminente, etc. Llamen a María, llamen a María, llamen a María.
Muy lindo blog, la Virgen Maria siempre nos perdona y escucha, es nuestra madre espiritual, entregarse a ella es lo mejor que podemos hacer. Gracias por compartir estos conocimientos.
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