jueves, 9 de agosto de 2012

MEDITACIÓN PARA LA HORA DE LA MISERICORDIA







Leída públicamente el 7 de julio, 2003 a las 3:00 PM, en el Santuario de la Divina Misericordia, Cracovia, Polonia
“Oh Jesús, tu Corazón traspasado es el océano de infinita Misericordia de donde manan, copiosamente, tu Sangre y Agua. Sangre que libera nuestros pecados, y Agua que purifica y vivifica nuestros corazones. Tú eres la fuente abierta de salvación, en la cual deseamos sumergirnos para ser transformados con el poder redentor de tu Misericordia.

Jesús, tú nos has ofrecido en esta imagen de tu Corazón Misericordioso revelada a Santa Faustina, un recipiente por el cual podemos venir a la fuente de Misericordia para recoger, sin límites, gracias abundantes de conversión, sanación y redención.

¡Oh Jesús, en ti confío! En ti confío mi vida entera, mi corazón, mis temores, mis fragilidades, mis sueños y todos mis sufrimientos, los del cuerpo y los más íntimos de mi corazón.

¡En ti confío, Oh Misericordia Divina! Tú que miras mi debilidad con ojos compasivos; que levantas mi miseria con el poder de tu amor; que das vida a mi esterilidad y que confías en mí a pesar de mí mismo. En ti confío, tú que calmas las tempestades del alma y las grandes tormentas que azotan la barca de nuestras vidas, familias, comunidades y naciones. En ti, Jesús, confío el pasado que de tantas formas nos aplasta; el presente que nos inquieta y el futuro que tantas veces nos angustia.

¡Oh Corazón Misericordioso! En tu llaga bendita nos escondemos, descubriendo allí nuestro refugio y descanso... nuestra paz. En el inmenso océano de tu Corazón, nos sumergimos hoy, nosotros pecadores, esperando con confianza el don más hermoso de tu amor por la humanidad: Tu Misericordia”.
 Madre Adela GalindoFundadora SCTJM

lunes, 6 de agosto de 2012

NOVENA A LA ASUNCIÓN DE LA SANTÍSIMA VIRGEN MARÍA


15 DE AGOSTO FIESTA DE LA ASUNCIÓN DE MARIA SANTÍSIMA
COMIENZA EL 7 DE AGOSTO -TERMINA EN LA  FIESTA  DE LA ASUNCIÓN EL 15 DE AGOSTO.

• “La Inmaculada Madre de Dios, María siempre Virgen, terminada su vida terrestre fue elevada en cuerpo y alma a la gloria celeste”. Justo después de esas palabras del Papa proclamando el Dogma, un rayo de sol bañó la Basílica de San Pedro. La solemne definición del dogma de la asunción de María fue proclamada en 1950 por Pío XII con la constitución apostólica Munificentissimus Deus (MD) El 15 de agosto se celebra la solemnidad de la Asunción de la Santísima Virgen María y el 7 de agosto comienza su novena.




En cada día se reza un Padrenuestro, Ave María y Gloria.

Día primero

Oh, María sin pecado concebida! la más Preciosa Niña, Reina de las Maravillas. Regálame en este día, hacerme pequeñito, y siempre ser tu verdadero hijo, para llegar algún día al Dios de la Vida. Amén. En cada día se puede rezar un Padrenuestro, Ave María y Gloria. "María, mírame".

Día segundo
María, princesa desde niña,
sobre la tierra sería ya nuestra guía
y en Tí resplandecería
el cumplimiento de las profecías.
Oh! mi dulce compañía,
guía a este siervo pequeñito,
que nada sería si en él no estaría
la Luz Divina.
Amén.

Día tercero
Vaso purísimo!, Estrella mía!
que hilabas en tu Seno, como Virgen Inmaculada,
al Dios que amabas,
que por Él suspirabas
y que brillaba, en una Niña Casta
que se esposaba como Inmaculada.
Haz que la pureza en mí resplandezca
y que inunde toda la tierra que parece desierta.
Amén.

Día cuarto
Oh, María! del mismo Dios alegría.
Oh, María! a la que el ángel saludaría
y le confiaría la más hermosa noticia,
que en Tí viviría el Dios de la Vida,
el Mesías esperado,
ya anunciado y por los corazones anhelado.
Oh, Lirio Perfumado! por el Señor siempre Santo!
haced que digamos siempre “Sí” y vivamos para Ti,
pues el Buen Dios a Ti nos dió
y desde la Encarnación te señaló
como Corredentora para nos.
Amén.
Día quinto
Madre mía, bella María!
que en tus brazos acunarías,
al Sol que iluminaría nuestras pobres vidas.
Oh, María! cuyos ojos mirarían
con dulzura infinita al Niño que padecería
y nos redimiría en la Cruz un día.
Haz que seamos mansos y humildes de corazón
como lo fue siempre Nuestro Señor.
Amén.

Día sexto
Oh, Madre de Redención!
cáliz de amor!
llévanos al Salvador,
misterio de alegría en el corazón
y en el que palpita la alabanza al Padre Creador.
Haz que la esperanza inunde nuestra alma,
pues es nuestro Dios, escudo de Salvación,
quien es nuestra protección
ya que con Su Sangre nos cubrió
y nos enseñó lo que es el verdadero amor.
Amén.

Día séptimo
Oh, María!, Señora mía!
enséñame en este día,
lo que la caridad sería,
para llegar algún día
a la Tierra Prometida!.
Oh, María!, Rosa Castísima!
muéstrame el camino de la verdad
para que llegue a la santidad
Amén.
Día octavo
Oh, María!, Auxiliadora mia!
haced que el Espíritu Santo,
sea derramado
en esta pobre vasija de barro
y que sea por Él llenada
para purificarla y habitarla,
labrándola a tu semejanza.
Amén.

Día noveno
Oh, Amadísima! oh, Madre mía!
oh, Virgen María!
a la que los ángeles subirían
al Cielo con singular alegría.
Oh María, pináculo de amor!.
Oh, María!
reina hoy en cada corazón,
dándonos tu Inmaculado Corazón,
como Reina del Cielo y la tierra que sos!.
Oh, María, postrado ante Vos,
sólo tuyo soy, como esclavo de amor.
Amén.
"María, mírame".

domingo, 5 de agosto de 2012

Messori: «Allí donde la Virgen es olvidada, se desvanece Cristo»




Acaba de publicarse en español el libro «Hipótesis sobre María» -editado por LibrosLibres- en el que el escritor Vittorio Messori hace un riguroso estudio donde considera a la Virgen la mujer más influyente de la historia.

La obra más conocida de este escritor fue «Hipótesis sobre Jesús» (1976), escrita tras él haber experimentado un largo camino hacia la conversión. Messori entrevistó a dos Papas. Primero al que era prefecto de la Congregación vaticana para la Doctrina de la Fe, el cardenal Joseph Ratzinger, en el libro «Informe sobre la fe» (1984). En su obra, «Hipótesis sobre María», Messori aclara quién es la Virgen María, qué credibilidad merecen sus apariciones en Lourdes, Fátima, etc., y qué significado tiene la Madre de Dios para el cristianismo. «Cuando en 1976 publiqué mi primer libro, «Hipótesis sobre Jesús», muchos lectores me pidieron que me pusiera al trabajo con las «Hipótesis sobre María» », confiesa Messori en declaraciones a Zenit. «El asunto, entonces, me parecía extraño, inaceptable. El hecho es que a Jesús se le encuentra en las calles, la Madre está en casa, en la discreción: se la conoce y se la ama cuando se alcanza bastante intimidad con el Hijo para entrar donde Él habita», afirma.

María, para la sabiduría del mundo, no es nada –aclara–. Para la perspectiva de la fe es un abismo de misterio: es persona humana como nosotros y a la vez es instrumento indispensable para el mayor acontecimiento y con diferencia: la encarnación de Dios mismo», explica. El autor busca con estas 470 páginas «mostrar que es posible ser devotos marianos sin caer en una cierta retórica, en un «devocionismo» ». El autor cree que la devoción a la Virgen no es algo «de creyentes sentimentales o ignorantes, sino una exigencia irrenunciable para todo creyente», explica.

El periodista considera que «todo lo que la Iglesia ha dicho y dice sobre la Madre está al servicio de Cristo, en defensa de su humanidad y a la vez divinidad». Afirma que «la «mariología» es, en realidad, «cristología»; sus dogmas no son sino confirmación y baluarte de los de su Hijo».

«Allí donde María ha sido olvidada, antes o después se ha desvanecido también Cristo», insiste. «En estas hipótesis sobre María me ocupo mucho de apariciones, aun limitándome a las reconocidas por la Iglesia. En las apariciones la Virgen continúa su vocación de madre que corre junto a los hijos en los momentos difíciles. Las apariciones son una llamada, una sacudida, una confirmación, un afianzamiento», agrega.

El autor italiano afirma que cuando puede acude «como peregrino a los santuarios marianos europeos: allí encuentro a las multitudes que ya no acuden a sus parroquias, pero que son atraídas por aquellos lugares donde la presencia materna se ha manifestado», concluye.

En concreto, el escritor expone que «en Occidente el incremento de las peregrinaciones ha sido el único índice de signo positivo en una Iglesia donde todo disminuía, desde la participación en los sacramentos hasta las vocaciones».

Y considera que «la devoción mariana es actualmente tal vez el mayor recurso pastoral: y no sé qué pensar de ciertos «clérigos intelectuales» que rechazan o hasta desprecian esta extraordinaria posibilidad», concluye.

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