sábado, 5 de enero de 2019

DEVOCIÓN DE LAS TRES AVEMARÍAS


Preocupada la religiosa benedictina que luego fue Santa Matilde por el buen fin de su vida, rogó insistentemente a la Virgen Santísima "que la asistiera a la hora de la muerte"; y acogiendo benignamente su súplica, la Madre de Dios se manifestó a la implorante, diciéndole:
"Sí que lo haré; pero quiero que por tu parte me reces diariamente tres Avemarías, conmemorando, en la primera, el Poder recibido del Padre Eterno; en la segunda, la Sabiduría con que me adornó el Hijo; y, en la tercera, el Amor de que me colmó el Espíritu Santo".
Y esta promesa se extendió en beneficio de todos cuantos ponen en práctica ese rezo diario de las tres Avemarías.
La practica de esta devoción no puede ser ni más fácil, ni más breve. Fácil es, porque se concreta a rezar todos los días tres Avemarías agradeciendo a la Santísima Trinidad los dones de Poder, Sabiduría y Amor que otorgó a la Virgen Inmaculada, e instando a María a que use de ellos en auxilio nuestro.
Modo de practicar esta devoción:
Todos los días, rezar lo siguiente:
¡María, Madre mía; líbrame de caer en pecado mortal!
1- Por el Poder que te concedió el Padre Eterno. (rezar un Avemaría)
2- Por la Sabiduría que te concedió el Hijo. (rezar un Avemaría)
3- Por el Amor que te concedió el Espíritu Santo. (rezar un Avemaría)
Fue la misma Santísima Virgen la que dijo a Santa Gertrudis que "quien la venerase en su relación con la Beatísima Trinidad, experimentaría el poder que le ha comunicado la Omnipotencia del Padre como Madre de Dios; admiraría los ingeniosos medios que le inspira la sabiduría del Hijo para la salvación de los hombres, y contemplaría la ardiente caridad encendida en su corazón por el Espíritu Santo".
Refiriéndose a todo aquel que la haya invocado diariamente conmemorando el poder, la sabiduría y el amor que le fueron comunicados por la Augusta Trinidad, dijo María a Santa Gertrudis que, "a la hora de su muerte me mostraré a él con el brillo de una belleza tan grande, que mi vista le consolará y le comunicará las alegrías celestiales".
María renueva su promesa de protección:
Cuando Sor María Villani, religiosa dominica (siglo XVI), rezaba un día las tres Avemarías, oyó de labios de la Virgen estas estimulantes palabras:
"No sólo alcanzarás las gracias que me pides, sino que en la vida y en la muerte prometo ser especial protectora tuya y de cuantos como tú PRACTIQUEN ESTA DEVOCIÓN"
También dijo la Santísima Virgen: “La devoción de las tres Avemarías siempre me fue muy grata... No dejéis de rezarlas y de hacerlas rezar cuanto podáis. Cada día tendréis pruebas de su eficacia...”

PARA QUIENES NO PUEDEN COMULGAR:




A veces por uno u otro motivo no podemos comulgar sacramentalmente y por ello no podemos practicar las devociones de las Comuniones reparadoras de los Nueve Primeros Viernes del Sagrado Corazón o los Cinco Primeros Sábados de la Virgen de Fátima, o alguna de las otras devociones que hemos enviado en un mensaje anterior. Pero también hay devociones que nos aseguran una buena muerte, y son entre otras las siguientes:
1) Rezar todos los días Tres Avemarías. 
2) Practicar todos los días la devoción de los Siete Dolores de la Virgen. 
3) Llevar al cuello con confianza la Medalla Milagrosa. 
4) Hacerse imponer el Escapulario del Carmen y llevarlo siempre. 
5) Rezar al menos una vez la Coronilla de la Divina Misericordia, y pedir la Misericordia Divina a las tres de la tarde. 
6) Rezar el Santo Rosario todos los días. 
7) Rezar de vez en cuando el Santo Vía Crucis. 
8) Rezar el Rosario de las Santas Llagas de Jesús. 9) Pedir lo que necesitamos por los méritos de la Infancia de Jesús. 
10) Pedir por la Llaga del Hombro de Jesús.
Dios quiere que todos los hombres se salven y lleguen al conocimiento de la verdad, por eso nos da tantos medios para socorrernos.
Quienes pueden comulgar sacramentalmente, entonces que realicen algunas de las devociones de las Comuniones reparadoras que hemos nombrado en un mensaje anterior. Y quien no pueda comulgar por alguna razón, entonces que practique una o varias de las devociones enumeradas más arriba.

COMUNIONES REPARADORAS


Agradezcamos que tenemos la Eucaristía, y hagamos el propósito de realizar alguna de las devociones que nos asegurarán una vida bendita y una santa muerte.
Hay varias opciones de las que podemos elegir la que más nos convenga o mueva.
Con estas Comuniones reparadoras nos aseguramos nuestra salvación, y en algunas también la salvación de nuestros hermanos.
Veamos cuáles son las devociones de las Comuniones reparadoras y de entre ellas cuál o cuáles podemos practicar.
1) Nueve Primeros Viernes de mes del Sagrado Corazón de Jesús.
2) Cinco Primeros Sábados de mes de la Virgen de Fátima.
3) Doble Novena de Comuniones reparadoras.
4) Seis Primeros Jueves de mes.
Practiquemos alguna de ellas aprovechando este nuevo año que comienza, porque asegurarnos nuestra salvación eterna no es cosa

viernes, 4 de enero de 2019

¿COMO TENER UN BUEN AÑO?

Hay algunas cosas que nos darán un mejor año y nos acercarán más al Señor, estos consejos los escribió el Padre Broom y nos garantizan una hermosa y larga amistad con Jesús asi como una vida más feliz.
1. Decir No al pecado
Al hacer un compromiso firme y decidido a decir “no” al pecado como el enemigo número uno, realmente estamos diciendo “sí” a la amistad con Jesús, el Señor.
Eso significa que cada vez que se me presenta una tentación y la rechazo voluntariamente, lo que realmente digo al rechazar esta tentación es “sí” al amor de Jesús. ¡Cuán complacido está realmente Jesús cuando rechazamos con fuerza, desde el principio la tentación!
2.Leer los evangelios
Qué afortunados somos de vivir en estos días y tener acceso a la Palabra de Dios, a la Biblia y al corazón de la Biblia, los cuatro evangelios: Mateo, Marcos, Lucas y Juan. En tiempos pasados, pocas personas sabían leer y las biblias eran pocas y distantes entre sí.
Caemos en la trampa de decir: “No tengo tiempo para leer y meditar sobre la Palabra de Dios”. En realidad, no es una falta de tiempo, sino una cuestión de prioridades.
En resumen, encontremos un momento, un lugar y la buena voluntad para meditar en la Palabra de Dios, preferiblemente los Evangelios todos los días, como propuesta de Año Nuevo.
3.Cultivar la amistad
La meditación ferviente y frecuente de la Palabra de Dios, el Evangelio y la vida de Jesús, debe transformar gradualmente nuestras vidas.
Nos daremos cuenta de una manera muy profunda que no estamos solos, nunca solos, sino siempre presentes a un Amigo; este amigo es el mejor de todos los amigos: ¡Nuestro Señor y Salvador Jesucristo!
Durante el transcurso del día y en la caminata diaria, hay que detenernos a veces para entablar una conversación amistosa con Jesús. Él nunca está ni siquiera por un instante demasiado ocupado para conversar con nosotros.
Todos sabemos por experiencia -con los verdaderos amigos- que debemos gastar tiempo, energía, buena voluntad con aquellos que más amamos.
A veces fallamos a nuestros mejores amigos y ellos a veces nos fallan. No es así con Jesús; Él es fiel en todo momento, especialmente en aquellos momentos críticos en los que más lo necesitamos.
4.Nuestra Señora, Jesús y Nosotros
El papa san Juan Pablo II en su carta apostólica La Santísima Virgen María y el Rosario nos invita a una experiencia transformadora. Es esto: meditar y contemplar los misterios del Rosario.
Sin embargo, la gracia que deseamos rogar es contemplar el rostro de nuestro Señor y Salvador Jesucristo a través de los ojos y el Corazón de la Santísima Virgen María.
No había nadie en la tierra que conociera a Jesús, amara a Jesús o siguiera a Jesús más de cerca que Su Madre, la Santísima Virgen María.
Conclusión:
“Si queremos experimentar lo mejor del Año Nuevo, entonces enfoquemos nuestra mente, corazón, alma y todas nuestras energías para conocer a Jesús, amar a Jesús, seguir a Jesús, llevar a otros a Jesús y transformarnos en Jesús”.
Desde el primer saludo de esta noche y la primera luz del Nuevo Año esforcémonos por seguir estos sabios consejos.

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