domingo, 24 de noviembre de 2019

LA HORA DE LA GRACIA: 8 DE DICIEMBRE AL MEDIODIA




8 de diciembre de 1947
Pierina –la vidente de las apariciones de Rosa Mística– contempló a la madre de Dios decir.- "¡Yo soy la Inmaculada Concepción!" y con gran majestad afirmó "Yo soy María de las Gracias, esto es, la llena de Gracia, Madre de mi Divino Hijo Jesucristo". Descendió suavemente por la escala y añadió.- "Por mi venida a Montichiari deseo ser invocada y venerada como Rosa Mística.
QUIERO QUE AL MEDIODÍA DE CADA 8 DE DICIEMBRE (SOLEMNIDAD DE LA INMACULADA) SE CELEBRE LA HORA DE LA GRACIA POR TODO EL MUNDO, MEDIANTE ESTA DEVOCIÓN SE ALCANZARÁN MUCHAS GRACIAS PARA EL ALMA Y EL CUERPO. Nuestro Señor, mi Divino Hijo Jesús, concederá copiosamente su misericordia, mientras los buenos recen por sus hermanos que permanecen en el pecado. Es preciso informar cuanto antes, al Supremo Pastor de la Iglesia Católica el Papa Pío XII mi deseo de que esta hora de gracia sea conocida y extendida por todo el mundo. Quien no puede ir a la iglesia que sea en su casa al mediodía y conseguirá mis gracias." Luego mostrándole su purísimo corazón exclamo: "Mira este corazón que tanto ama a los hombres, mientras la mayoría de ellos lo colma de vituperios." Calló unos momentos y continuó: "Si todos, buenos y malos, se unen en la oración, obtendrán de este corazón misericordia y paz. Los buenos acaban de alcanzar por mi mediación la misericordia del Señor, que detuvo un gran castigo. Dentro de poco se conocerá la eficaz grandeza de esta hora de gracia".
Notando Pierina que la resplandeciente Señora iba a alejarse le imploró fervorosamente: "¡Oh hermosa y amada Madre de Dios, yo le doy gracias!". Bendiga a todo el mundo especialmente al Santo Padre, a los sacerdotes, religiosos y a los pecadores. Ella contestó: "Tengo preparado una sobreabundancia de gracia para todos aquellos hijos que escuchan mi voz y toman a pecho mis deseos". Con estas palabras se terminó la visión.

JESUCRISTO REY DEL UNIVERSO




El Papa Pio XI, el 11 de diciembre de 1925, instituyó esta solemnidad que cierra el tiempo ordinario. Su objetivo es recordar la soberanía universal de Jesucristo. Lo confesamos supremo Señor del cielo y de la tierra, de la Iglesia y de nuestras almas.

Durante el anuncio del Reino, Jesús nos muestra lo que éste significa para nosotros como Salvación, Revelación y Reconciliación ante la mentira mortal del pecado que existe en el mundo.
Revelación de Jesucristo Rey del universo.

Jesús responde a Pilatos cuando le pregunta si en verdad Él es el Rey de los judíos:

"Mi Reino no es de este mundo. Si mi Reino fuese de este mundo mi gente habría combatido para que no fuese entregado a los judíos; pero mi Reino no es de aquí" (Juan 18,36)

Jesucristo no es el Rey de un mundo de miedo, mentira y pecado, Él es el Rey del Reino de Dios que trae y al que nos conduce. Cristo Rey anuncia la Verdad y esa Verdad es la luz que ilumina el camino amoroso que Él ha trazado, con su Vía Crucis, el camino hacia el Reino de Dios.

"Sí, como dices, soy Rey. Yo para esto he nacido y para esto he venido al mundo: para dar testimonio de la verdad. Todo el que es de la verdad escucha mi voz." (Juan 18, 37)

Jesús nos revela su misión reconciliadora de anunciar la verdad ante el engaño del pecado.
Jesucristo Rey es Jesús pastor humilde.

Esta fiesta celebra a Cristo como el Rey bondadoso y sencillo que como pastor guía a su Iglesia peregrina hacia el Reino Celestial y le otorga la comunión con este Reino para que pueda transformar el mundo en el cual peregrina.

La posibilidad de alcanzar el Reino de Dios fue establecida por Jesucristo, al dejarnos el Espíritu Santo que nos concede las gracias necesarias para lograr la Santidad y transformar el mundo en el amor. Ésa es la misión que le dejó Jesús a la Iglesia al establecer su Reino.

Se puede pensar que solo se llegará al Reino de Dios luego de pasar por la muerte pero la verdad es que el Reino ya está instalado en el mundo a través de la Iglesia que peregrina al Reino Celestial.

Justamente con la obra de Jesucristo, las dos realidades de la Iglesia -peregrina y celestial- se enlazan de manera definitiva, y así se fortalece el peregrinaje con la oración de los peregrinos y la gracia que reciben por medio de los sacramentos.

"Todo el que es de la verdad escucha mi voz." (Juan 18, 37)

Todos los que se encuentran con el Señor, escuchan su llamado a la Santidad y emprenden ese camino se convierten en miembros del Reino de Dios.
Oración a Jesucristo Rey del univserso

Oh Cristo Jesús, te reconozco por Rey universal. Todo lo que ha sido hecho, ha sido creado para Ti. Ejerce sobre mí todos tus derechos.

Renuevo mis promesas del Bautismo, renunciando a Satanás, a sus pompas y a sus obras, y prometo vivir como buen cristiano. Y muy en particular me comprometo a hacer triunfar, según mis medios, los derechos de Dios y de vuestra Iglesia.

¡Divino Corazón de Jesús! te ofrezco mis pobres acciones para que todos los corazones reconozcan vuestra Sagrada Realeza, y que así el reinado de vuestra paz se establezca en el Universo entero.

Amén.

Sobre la Fiesta de Jesucristo Rey, el Papa León XIII dijo:

"Si Cristo reinara entre nosotros: curaría tantas heridas, todo derecho recobraría su valor antiguo, volverían los bienes de la paz, caerían de las manos las espadas y las armas, cuando todos proclamen que el Señor es nuestro Rey"

Translate