jueves, 7 de junio de 2012

EL SAGRADO CORAZON DE JESÚS Y EL PURISIMO CORAZON DE MARIA


La Santísima Virgen María, Madre de Dios y de los
hombres, por lo tanto Madre de la Iglesia ocupa con
su dulce y tierno Corazón , un primerísimo lugar en la
devoción al Sagrado Corazón de Jesús.
La "Consagración al Purísimo Corazón de María que
acompaña a la "Pequeña Consagración" y las "Letanías
Lauretanas" nos inducen a tratar de imitar sus virtudes,
pedir su protección, su humildad, y por sobre todo su amor
a Jesús. Ella se llama " La Servidora del Señor" y así lo
recordamos tres veces al día en el Angelus . Todo nuestro
amor y nuestro deseo de que nos proteja se hallan escritos en :
CONSAGRACIÓN AL PURISIMO CORAZON DE MARIA:.
"Oh Corazón de María, estrecha e inseparablemente unido con el Corazón de Jesús; mi deseo es, que después de vuestro Hijo, ocupéis el primer lugar en mi corazón, que desde ahora os ofrezco y os consagro.
Vos seréis siempre el objeto de mi veneración, de mi amor y de mi confianza. Procuraré conformar mis sentimientos y afectos con los vuestros, y el estudio continuo de mi vida será imitar vuestras virtudes.
¡Oh, Madre bendita!, dignaos abrirme vuestro Corazón y recibirme en él junto con vuestros verdaderos hijos y vuestros fieles siervos. Alcanzadme la gracia que necesito para imitar vuestro admirable Corazón, así como El ha imitado el de Jesús; amparadme en los peligros, consoladme en las aflicciones; enseñadme a sacar el provecho debido de los bienes y de los males de esta vida; protegedme siempre y sobre todo en la hora de mi muerte.
¡ Oh, divinos Corazones de Jesús y de María!, a cuyo servicio me consagro, haced que ahora y siempre sea vuestro verdadero hijo. Amén."
Entre las Letanías Lauretanas llamamos a la Santísima Virgen:
Santa Madre de Dios, Madre de Cristo, Madre de la Iglesia, Madre de la Divina Gracia, Madre Purísima, Madre Castísima, Madre y Virgen, Madre sin Mancha, Madre Inmaculada, Madre Amable, Madre Admirable, Madre del Buen Consejo, Madre del Creador, Madre del Salvador, etc.
ORACIÓN: Suplicámoste, Señor Dios, que nos concedas a nosotros tus siervos, gozar de perpetua salud de alma y de cuerpo y por la intercesión gloriosa de la bienaventurada Virgen María, librarnos de la tristeza presente y gozar de la eterna alegría. Por Cristo Nuestro Señor. Amén.
Nuestra Madre la Virgen de Fátima , en su segunda aparición nos revela: "Dios quiere establecer en el mundo la devoción a mi Inmaculado Corazón; a quién la abrace le prometo la salvación y serán amadas de Dios estas almas, como flores puestas por Mí para adornar su trono". (13 de junio de 1917).
Entre los Santos precursores de la devoción al Sagrado Corazón de Jesús podemos nombrar a San Bernardo, San Agustín, San Francisco de Asís, San Francisco de Sales, Santa Matilde, Santa Gertrudis, Santa Lutgarda, Santa Margarita de Cortona, Santa Angela de Foligno, San Buenaventura, San Pedro Canisio, San Juan Eudes, el Santo Claudio de la Colombiere y muchos otros.
San Juan Eudes en el año 1670 introdujo la primera fiesta pública en su honor, pero es a partir de Santa Margarita María de Alacoque que la Iglesia impulsa definitivamente el culto a su Divino Corazón . Ella sólo pudo vivir el comienzo de la devoción en las diócesis locales ya que fallece en 1690 sin saber que pronto estarían plenamente satisfechos los pedidos que por su intermedio había hecho el Sagrado Corazón.
Podemos afirmar sin temor a exagerar que todos los santos posteriores a Santa Margarita María han sido adoradores de esta devoción.
La historia del Sagrado Corazón está formada por personas, familias, laicos, religiosos y congregaciones religiosas, sociedades y naciones que se consagran a su Divino Corazón.

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