viernes, 24 de febrero de 2017

ORACIÓN DE LAS MADRES POR SUS HIJOS



La oración es todopoderosa para el bien. Todopoderosas fueron las lágrimas, la oración y la fe de Santa Mónica, que obtuvieron, tras años de pedir a Dios, la conversión de uno de los más grandes santos de la historia de la Iglesia: Su hijo San Agustín de Hipona, Doctor de la Iglesia.

Todopoderosas son también las lágrimas de tantas otras madres que dedican su vida a rezar por los hijos, humildemente, sin ser vistas, sin que nadie se lo agradezca, esperando siempre contra toda esperanza y confiando en Dios, que todo lo puede.

Y para ayudar a las madres en sus plegarias, les dejamos esta oración que ha escrito nuestro hermano en la fe, Bruno.

Oración de una madre por sus hijos

Mi Señor Padre eterno,
Fuente de todo consuelo,
Te ruego por los hijos
Que me has regalado.
Tú que ya pensaste en ellos
Antes de la creación del mundo
Y que les quieres mucho más que yo,
Bendícelos siempre,
Envía a tus ángeles
Para que sus pies no tropiecen
Y no les dejes caer en la tentación.

Mi Señor Jesucristo,
Que quisiste nacer en una familia,
Por tu bendita Madre,
Que tanto sufrió al verte en la Cruz,
Apiádate de mis lágrimas
Y concede a mis hijos
La fe, que vale más que el oro,
Y la vida eterna.

Mi Señor Espíritu Santo,
Sé para ellos
Brisa suave que alivie sus penas,
Fuego que arda en sus corazones
Y Maestro que les enseñe a orar,
Para que nunca se desvíen
Del camino que lleva al cielo
Y un día podamos sentarnos juntos
En el banquete del Reino
Que dura para siempre.

Amén.

martes, 21 de febrero de 2017

15 CONSEJOS PARA AYUDAR A TU VIDA DE ORACIÓN


1 – Frecuenta los SacramentosSi puedes ir a misa diaria, incluso una vez a la semana, has duplicado tu acceso al regalo más grande jamás dado a la humanidad. 
Si vas a confesarte al menos mensualmente, sin duda vas a obtener una gran cantidad de gracias. Anótalo en un calendario para que no se lo saltee.

2 – Establece Buenos HábitosDebes ser capaz de confiar en tus hábitos para ayudarte, y no para hacerte daño, en tu oración. 
Un buen hábito tarda  66 días  (al menos) en establecerse. 
Así pues, si puedes comprometerte a una rutina de oración durante 2 meses, puedes comenzar a sentar las bases de hábitos de oración saludables.

3 – Auditoría ExternaNecesitas a alguien más objetivo que tu para mirar tu vida de oración y ver cómo lo estás haciendo y cómo el Espíritu Santo está obrando. 
Un director espiritual es muy valioso para ayudar. 
Pero, si no piensas que estés listo, incluso puedes tener un amigo santo para hablar de ello.

4 – Prueba diferentes Tipos de OraciónTodos tenemos diferentes gustos en la oración, al igual que la mayoría de las otras cosas en la vida. 
Por lo tanto, prueba diferentes tipos de oración y ve cuáles funcionan para ti. 
Una advertencia: no te des por vencido demasiado pronto en un tipo de oración.
Puede ser que tome un buen tiempo para descubrir si es buena para ti o no.

5 – Ayuna RegularmenteHay un gran poder en el ayuno. Vemos en las Escrituras que Jesús ayuna y llama a sus discípulos a hacer lo mismo. 
Cuando tenemos un mejor control sobre los deseos de nuestro cuerpo, podemos orar mejor.

6 – Supera las DistraccionesLa forma más sencilla de superar una distracción es la de no entrar en ellas. 
Una vez que te das cuenta que estás distraído convierte tu corazón y tu mente de nuevo a la oración, no al estudio de la distracción. 
Este simple acto es la forma más fácil para derrotar a las distracciones.

7 – No Sobre-pienses la OraciónMuy a menudo tendemos a complicar algo que debería ser natural para nosotros. 
Estamos hechos para la comunión con Dios. 
La oración es simplemente dirigir tu mente y corazón en la dirección de Dios. 
Si lo complicamos en exceso, nos vemos atrapados en lo externo.

8 – La Sequedad es Buena para nosotrosOraciones secas son un regalo de Dios. 
Todos anhelamos tener consuelos en nuestra oración, pero es saludable la sequedad para nosotros. 
Es en la sequedad que nuestra fe es probada y fortalecida.

9 – Ora con HumildadEn la medida en que somos humildes es la magnitud con que la fuerza de la gracia de Dios cambia nuestras vidas. 
Sin oración humilde, Dios es incapaz de llegar a nosotros, porque no tenemos ninguna necesidad interior para él.

10 – Trabaja en una Correcta Comprensión de Dios y Uno mismoNo puedo enfatizar esto lo suficiente. 
Muchos de nosotros luchamos para entender cómo un Dios perfecto nos pude amar y quiere una relación con nosotros. 
Pero, esto se debe, principalmente, a nuestras malas percepciones de nuestra propia dignidad y de la forma en que Dios nos ama incondicionalmente.

11 – QuietudNuestras vidas modernas están llenas de ruido. 
Tenemos que calmarnos para oír a Dios – tanto interna como externamente. 
Encuentra un lugar tranquilo y silencioso para orar. 
La Iglesia es útil en este sentido, así que si puedes parar en una iglesia, aunque sea por poco tiempo, es recomendable que lo hagas.

12 – Da Prioridad a la OraciónPrográmala. Deja otra cosa. 
Hay que levantarse temprano. 
Has lo que tengas que hacer, pero no dejes pasar un día sin tener un tiempo con la persona más importante en tu vida.

13 – No seas Demasiado Duro Contigo mismoLas luchas en tu vida de oración no te hacen un mal cristiano. 
Se trata de una experiencia universal de toda persona que ora. 
Así que, no te tires abajo con las luchas.

14 – No Esperes para empezarLa dilación es el enemigo de la oración. 
Si usted te sientes llamado a orar, no lo pospongas.

15 – Encuentra y Utiliza Buenos RecursosCuando no sabes qué hacer o cómo hacerlo, los recursos pueden ayudar. 
Los recursos incluyen personas, amigos, libros, páginas web, sacramentales (por ejemplo, rosarios), la Sagrada Escritura, etc…

¡Buena Oración Amigos! ¡A empezar Hoy!

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