Hermanos si nos ponemos a pensar el mundo está cada vez más inseguro. Los fenómenos naturales así como los provocados por el hombre nos amenazan constantemente. Yo me imaginaba a toda esa gente buscando escapar de la furia del huracán, o del terremoto y que el único refugio que tiene es la Fe, la oración, el pedir misericordia a Dios. Acompañemos a todos los que sufren estas calamidades con nuestra oración constante. Dios nos bendiga y proteja, amen.