viernes, 3 de mayo de 2013

NUEVO EVENTO, MAYO MES DE MARIA OREMOS POR LA PAZ DEL MUNDO


  • Nuestra Madre nos pide que recemos mucho en estos tiempos que nos toca vivir, como mayo es el mes dedicado a ella los invito a participar de este evento.

    COMO HACER LA HORA DE LA PAZ
    1) Iniciar con la Señal de la Cruz.
    2) Hacer 10 minutos de silencio.
    3) Rezar el Santo Rosario de la Paz, enseñado por Nuestra Señora. Usar los Misterios del día.
    4) Leer un Mensaje de la Virgen dados en Jacareí o de otro lugar de presencia Divina. Leer también un pasaje de la Biblia, cualquier pasaje.
    5) Hacer la oración de Consagración al Sagrado Corazón de Jesús, de María y al Espíritu Santo enseñadas por Nuestra Señora.
    7) Terminar con la Señal de la Cruz.
    Observaciones: Pueden ejecutarse algunos cánticos marianos al final y al inicio.
    ROSARIO DE LA PAZ
    (Enseñado por Nuestra Señora el 26/10/93)
    OFRECIMIENTO
    DIVINO Jesús, Os ofrecemos este Rosario que vamos a rezar, meditando en los Misterios de nuestra Redención. Ofrecemos también en desagravio de los pecados cometidos contra el Santísimo Corazón de Jesús, y el Inmaculado Corazón de María, por la Paz del mundo, por la conversión de los pecadores y de nuestra familia. Ofrecemos particularmente, suplicando a la Divina Misericordia por nosotros, en los tiempos de purificación. Concedednos, por intersección de la Virgen María, Madre de DIOS y Madre Nuestra, las Virtudes que nos son necesarias para bien rezarlo, y la Gracia de ganar las Indulgencias de esta Santa Devoción.
    MISTERIOS
    (Se medita los Misterios del Rosario: Gozosos, Dolorosos, Gloriosos y Luminosos)
    Repetir 3 veces en las 3 primeras cuentas
    “Ven Espíritu Santo, por la Puerta del Corazón Inmaculado de María.”
    En las cuentas grandes
    “Reina y Mensajera de la Paz, interceded por la Paz al mundo entero.”
    En las cuentas pequeñas
    “Reina y Mensajera de la Paz, rogad a DIOS por nosotros.”
    Al final de cada Misterio
    “Gloria al Padre, y al Hijo y al Espíritu Santo. Como era en el principio, ahora y siempre, y por los siglos de los siglos. Amén.”
    “OH María, sin pecado concebida; rogad por nosotros que recurrimos a Vos y por todos aquellos que aun no recorren a Vos!”
    “OH Jesús mío, perdónanos nuestros pecados. Líbranos de las llamas del infierno. Lleva a todas las almas al Cielo, especialmente las más necesitadas de Tu misericordia." Líbranos de las guerras, de la violencia, de las maldades y dadnos la paz.”
    “Jesús, María y Espíritu Santo, yo Vos amo! Salvadnos del mal del infierno. Amén”
    En las 3 últimas cuentas
    “Por Vuestras Lagrimas de Dolor, OH Madre, librad al mundo de las guerras y de las fuerzas infernales.”
    ORACIÓN FINAL
    “OH María, Reina y Mensajera de la Paz,
    Nosotros Os suplicamos, traed la Paz al mundo entero,
    Paz en la Iglesia, Paz en las familias, Paz en los corazones, Paz en el mundo entero!
    Que todos nosotros seamos como Vos, mensajeros e instrumentos de la Paz.
    Que o Espíritu Santo, el Santificador, venga con el Don de la Paz,
    Por la puerta de Vuestro Corazón Inmaculado.
    Que la Paz de Vuestro Corazón Inmaculado, OH María,
    Destruya las fuerzas del infierno.
    OH Jesús, Príncipe y Señor de la Paz,
    Tened piedad de nosotros y del mundo entero.
    Amén.”
    CONSAGRACION AL SAGRADO CORAZON DE JESUS
    (Enseñada por Nuestra Señora Reina y Mensajera de la Paz, en Jacareí, el día 10/05/95)
    “OH Jesús, AMOR!
    A Vuestro Corazón Sempiterno, venimos a consagrar nuestro hogar,
    toda la Iglesia, nuestra Patria,
    todo lo que somos, y todo lo que amamos...
    OH Jesús, Vos sois el Buen Pastor de las ovejas,
    y bajo VUESTRAS Alas venimos a abrigarnos,
    para ser protegidos de la tentación y de todo mal...
    Jesús, Vos sois Manso y Humilde de Corazón!,
    haznos también dóciles,
    para que podamos trabajar cada vez más
    por la PAZ del mundo, y la venida del REINO de AMOR...
    OH Jesús, Vos tenéis un Corazón Manso y Suave,
    y los Brazos más dulces que un panal de miel!
    Acogednos, Jesús!
    Acoged nuestros corazones cansados y decaídos
    de las batallas contra el mal...
    Fortaleced nuestro ánimo!
    Dadnos de beber del AGUA VIVA, El ESPÍRITU SANTO,
    que mana de VUESTRO Sagrado Corazón!
    Queremos adoraros en la Eucaristía, rezando el Rosario de la Eucaristía',
    Os desagraviando y Os retirando las 'espinas'
    que los pecadores ingratos OS clavan...
    Gloria a Vos, Señor Jesús! Adoración y Alabanzas a Vos!
    Que en VUESTRO REGRESO, seamos acogidos en VUESTROS Brazos,
    En un abrazo eterno de AMOR...
    OH Jesús, Manso y Humilde, Buen Pastor... y Eterno AMOR!...
    Amén.”
    CONSAGRACIÓN AL INMACULADO CORAZÓN DE MARÍA
    (Enseñada por Nuestra Señora Reina y Mensajera de la Paz en Jacareí el día 10/05/95)
    “OH Corazón Inmaculado de María,
    lleno de Ternura y de Misericordia,
    en VUESTRA LUZ venimos a entregar a VOS toda nuestra vida,
    todo lo que somos y todo lo que tenemos...
    Reina y Mensajera de la PAZ,
    VUESTRO Corazón Inmaculado y Pacífico,
    nada mas desea que la PAZ del mundo,
    y el regreso de la humanidad a DIOS...
    Queremos rezar el Santo Rosario todos los días;
    participar con fervor de la Santa Misa, de la Eucaristía;
    de la vivencia de la PALABRA de DIOS, y de la más perfecta obediencia al Papa...
    OS consagramos a los niños, a los jóvenes, a las familias,
    religiosos, sacerdotes y toda la Iglesia...
    Haced, OH Madre de la PAZ, que muchas almas vuelvan a Jesús
    Por nuestro testimonio,
    y que 'se apresure' el DIA del TRIUNFO de VUESTRO Corazón!...
    Virgen Purísima, rogad la PAZ al mundo entero!
    Ven rápido, Madre! Ven rápido con Jesús para salvarnos!
    VOS la Tierna, VOS la Cariñosa, VOS la Dulce Virgen María!
    Amén.”
    ORAÇÃO DE CONSAGRAÇÃO AO ESPÍRITO SANTO
    (Enseñada por Nuestra Señora en Jacareí el día 02/01/99)
    Yo TE adoro, Espíritu Santo... A TI entrego mi alma...
    Eres la Dulce Paz de mi espíritu...
    Eres el FUEGO que me consume...
    Eres la LUZ que me absorbe...
    Eres la FUERZA que me mueve...
    Eres la LUZ que me envuelve...
    Eres la LUZ de mis ojos...
    En TI me sumerjo, DIVINO AMIGO. En TI confío. A TI me consagro...
    Entrego mis fuerzas enteramente a TI!...
    Someto mi voluntad a TU Gracia!...
    TE doy mi corazón eternamente, y nunca más lo pediré de nuevo...
    Por el Corazón Inmaculado de María,
    en el Altar Virginal del Alma de María,
    entrego mi vida para que por TI sea consumida,
    como una 'dulce canción' a TUS Oídos,
    como un 'incienso agradable' a TU DIVINIDAD,
    y como 'ofrenda de amor' a TI...
    OH Santo Espíritu, que sobrevolaba sobre el mundo en el instante de la creación,
    ven sobre mí y forma en mí a Jesús Cristo,
    la Sabiduría Encarnada,
    el Verbo Eterno de DIOS,
    la VIDA Infinita...
    por María, con María, y en María...
    Amén!..."
    Terminamos la Santa Hora de la Paz.

lunes, 29 de abril de 2013

MAYO, MES DE MARIA SANTÍSIMA

riga
BENEDICTO XVI
REGINA CÆLI
Plaza de San Pedro
Domingo 9 de mayo de 2010

Queridos hermanos y hermanas:
Mayo es un mes amado y resulta agradable por diversos aspectos. En nuestro hemisferio la primavera avanza con un florecimiento abundante y colorido; el clima, normalmente, es favorable a los paseos y a las excursiones. Para la liturgia, mayo siempre pertenece al tiempo de Pascua, el tiempo del «aleluya», de la manifestación del misterio de Cristo en la luz de la resurrección y de la fe pascual; y es el tiempo de la espera del Espíritu Santo, que descendió con poder sobre la Iglesia naciente en Pentecostés. Con ambos contextos, el «natural» y el «litúrgico», armoniza bien la tradición de la Iglesia de dedicar el mes de mayo a la Virgen María. Ella, en efecto, es la flor más hermosa que ha brotado de la creación, la «rosa» que apareció en la plenitud de los tiempos, cuando Dios, enviando a su Hijo, dio al mundo una nueva primavera. Y es al mismo tiempo protagonista humilde y discreta de los primeros pasos de la comunidad cristiana: María es su corazón espiritual, porque su misma presencia en medio de los discípulos es memoria viva del Señor Jesús y prenda del don de su Espíritu.
El Evangelio de este domingo, tomado del capítulo 14 de san Juan, nos ofrece un retrato espiritual implícito de la Virgen María, donde Jesús dice: «Si alguno me ama, guardará mi Palabra, y mi Padre lo amará, y vendremos a él, y haremos morada en él» (Jn 14, 23). Estas expresiones van dirigidas a los discípulos, pero se pueden aplicar en sumo grado precisamente a aquella que es la primera y perfecta discípula de Jesús. En efecto, María fue la primera que guardó plenamente la palabra de su Hijo, demostrando así que lo amaba no sólo como madre, sino antes aún como sierva humilde y obediente; por esto Dios Padre la amó y en ella puso su morada la Santísima Trinidad. Además, donde Jesús promete a sus amigos que el Espíritu Santo los asistirá ayudándoles a recordar cada palabra suya y a comprenderla profundamente (cf. Jn 14, 26), ¿cómo no pensar en María que en su corazón, templo del Espíritu, meditaba e interpretaba fielmente todo lo que su Hijo decía y hacía? De este modo, ya antes y sobre todo después de la Pascua, la Madre de Jesús se convirtió también en la Madre y el modelo de la Iglesia.
Queridos amigos, en el corazón de este mes mariano, tendré la alegría de ir a Portugal en los próximos días. Visitaré la capital, Lisboa, y Oporto, segunda ciudad del país. La meta principal de mi viaje será Fátima, con ocasión del décimo aniversario de la beatificación de los dos pastorcillos Jacinta y Francisco. Por primera vez como Sucesor de Pedro visitaré ese santuario mariano, tan querido para el venerable y amado Juan Pablo II. Os invito a todos a acompañarme en esta peregrinación, participando activamente con la oración: con un solo corazón y una sola alma invoquemos la intercesión de la Virgen María por la Iglesia, en particular por los sacerdotes y por la paz en el mundo.

Después del «Regina caeli»
(En portugués)
Dirijo un saludo especial al pueblo brasileño que se va a reunir en su capital, Brasilia, para celebrar el XVI Congreso eucarístico nacional, del jueves al domingo próximos, en presencia de mi enviado especial, el cardenal Cláudio Hummes. En el lema del Congreso aparecen las palabras de los discípulos de Emaús «Quédate con nosotros, Señor», expresión del deseo que palpita en el corazón de todo ser humano. Que todos vosotros, pastores y pueblo fiel, redescubráis que el corazón de Brasil es la Eucaristía. Es justamente en el Santísimo Sacramento del altar donde Jesús muestra su voluntad de estar con nosotros, de vivir en nosotros, de entregarse a nosotros. Su adoración nos lleva a reconocer la primacía de Dios, pues sólo él puede transformar el corazón de los hombres, llevándolos a la unión con Cristo en un solo cuerpo. De hecho, al recibir el Cuerpo del Señor resucitado, experimentamos la comunión con un amor que no podemos quedarnos para nosotros mismos: exige ser comunicado a los demás para poder construir así una sociedad más justa. Por último, al acercarse la clausura del Año sacerdotal, invito a todos los sacerdotes a cultivar una espiritualidad profundamente eucarística siguiendo el ejemplo del santo cura de Ars que, buscando unir su sacrificio personal al de Cristo actualizado en el altar, exclamaba: «¡Qué bien hace un padre en ofrecerse en sacrificio a Dios todas las mañanas!». Invoco abundantes gracias del cielo por intercesión de Nuestra Señora Aparecida, para que alimentados con la Eucaristía, pan de unidad, lleguéis a ser verdaderos discípulos misioneros, a la vez que os imparto a todos de corazón mi bendición apostólica.
(En lengua francesa)
La liturgia de este día nos recuerda que la paz se funda en el amor de Dios y en la fidelidad a su Palabra. Poniendo esta Palabra en el centro de su vida, el cristiano goza de la paz interior a pesar de las pruebas, puesto que está convencido de la presencia divina a su lado. Tened la valentía de amar, leer y meditar la Palabra de Dios en vuestra familia. Es el camino ideal para que se conviertan en hogares de paz. Orad también por los sacerdotes jubilados, para que sean fieles a la Palabra de Dios hasta el final. ¡Feliz domingo a todos!
(En lengua inglesa)
Esta semana realizaré un viaje apostólico a Portugal para celebrar el X aniversario de la beatificación de los protagonistas de las visiones de Fátima, los beatos Jacinta y Francisco. Os pido vuestras oraciones por el éxito de este viaje, a la vez que os aseguro mis oraciones a Nuestra Señora de Fátima por todo el pueblo de Dios. Que ella interceda por todos nosotros, y nos acerque cada vez más a Cristo, su Hijo. Sobre cada uno de vosotros y sobre vuestros seres queridos invoco abundantes bendiciones divinas.
(En lengua española)
En este domingo del tiempo pascual la liturgia nos invita a vivir el amor a Cristo, que se concreta en la escucha y el cumplimiento de su Palabra. Una palabra que sigue encendiendo los corazones e iluminando la vida de fe, por la acción del Espíritu Santo, verdadero guía permanente de la Iglesia. Pidamos a la Santísima Virgen María que nos ayude a acoger con gozo los dones que él nos da. ¡Feliz domingo!

© Copyright 2010 - Libreria Editrice Vaticana

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