sábado, 16 de febrero de 2019

CORONILLA A LA DIVINA MISERICORDIA






RECEMOS POR NOSOTROS Y EL MUNDO ENTERO LA CORONILLA A LA DIVINA MISERICORDIA.
(Puede ser rezada a cualquier hora y ante cualquier dificultad o tempestad que atravesemos).

Promesas de Jesús Misericordioso a quienes recen la Coronilla a la Divina Misericordia.

“Quienes recen esta coronilla, me complazco en darles todo lo que me pidan... si lo que me piden está conforme con Mi voluntad"( #1541).

"Reza incesantemente esta coronilla que Te he enseñado. Quienquiera que la rece recibirá gran Misericordia a la hora de la muerte. Hasta el pecador más empedernido, si reza esta coronilla una sola vez, recibirá la gracia de Mi Misericordia infinita. Deseo que el mundo entero conozca Mi misericordia; deseo conceder gracias inimaginables a las almas que confían en Mi misericordia” (#687).

“Defenderé como Mi gloria a cada alma que rece esta coronilla en la hora de la muerte, o cuando los demás la recen junto al agonizante, quienes obtendrán el mismo perdón. Cuando al lado de un agonizante es rezada esta coronilla, se aplaca la ira divina y la Insondable misericordia envuelve al alma y se conmueven las entrañas de Mi misericordia por la dolorosa Pasión de Mi Hijo" (#811).

"Cuando recen esta coronilla junto a los moribundos, Me pondré entre el Padre y el alma agonizante no como el Juez Justo sino como Salvador Misericordioso" (#1541).

"A las almas que recen esta coronilla, Mi misericordia las envolverá en vida y especialmente a la hora de la muerte" (#754).

"Hija mía, anima a las almas a rezar la coronilla que te he dado. A quienes recen esta coronilla, Me complazco en darles lo que Me pidan. Cuando la recen los pecadores empedernidos, colmaré sus almas de paz y la hora de su muerte será feliz" (#1541)

“Los Sacerdotes se la recomendaran a los pecadores como la Ultima tabla de salvación" (#687).

"Oh, qué gracias más grandes concederé a las almas que recen esta Coronilla; Las entrañas de mi Misericordia se enternecen por quienes rezan esta Coronilla. Anota estas palabras, hija Mía, habla al mundo de Mi misericordia para que toda la humanidad conozca la infinita misericordia Mía. Es una señal de los últimos tiempos, después de ella vendrá el día de la justicia. Todavía queda tiempo, que recurran, pues, a la Fuente de Mi Misericordia, se beneficien de la Sangre y del Agua que brotó para ellos" (#848).

MODO DE REZAR LA CORONILLA:
"Esta oración, la rezarás con un rosario común, del modo siguiente:

Primero rezarás una vez el Padre nuestro y el Ave María y el Credo, después, en las cuentas correspondientes al Padre nuestro, dirás las siguientes palabras:

“Padre Eterno, Te ofrezco el Cuerpo y la Sangre, el Alma y la Divinidad de Tu Amadísimo Hijo, Nuestro Señor Jesucristo, como propiciación por nuestros pecados y los del mundo entero”; en las cuentas del Ave María , dirás las siguientes palabras:

“Por su dolorosa Pasión, ten Misericordia de nosotros y del mundo entero”.

Para terminar, dirás tres veces estas palabras:

“Santo Dios, Santo Fuerte, Santo Inmortal, ten Piedad de nosotros y del mundo entero”. (Diario #476).

miércoles, 13 de febrero de 2019

BUSQUEMOS AYUDA



Nadie hay más santo que Jesucristo, ni nadie fue más perseverante que Él en todo. Pero también es cierto que el Señor necesitó de la ayuda de un Cireneo para llevar la cruz, y con esto nos quiso mostrar el Señor que solos no podemos andar por el mundo, sino que en algún momento de la vida –o en varios momentos de ella- necesitaremos la ayuda de hermanos que nos alivien la carga y nos den ánimo y fuerza para continuar.

Dios quiere que lleguemos al Cielo tomados de las manos con otros hermanos. Porque nadie se salva solo ni se condena solo, y los hombres somos solidarios unos con otros, y si vivimos lo suficiente en este mundo, comprobaremos por nosotros mismos que en algunos momentos es imprescindible la ayuda, ya sea humana, sobrenatural, medicinal, psicológica, etc., y Dios también nos provee de estas ayudas, de modo que no debemos rechazarlas ni tomarlas como diabólicas, sino todo lo contrario, porque Dios nos ayuda con los medios comunes, como por ejemplo los medicamentos, para levantarnos en el camino de la vida.


No hay que tener vergüenza de nada. Como dice el dicho popular: “¿Vergüenza?, sólo para pecar”, pero todo lo demás no debe darnos vergüenza, porque lo que nos humilla, en realidad nos levanta muy alto, y quien cree no necesitar de nadie, se está engañando, o mejor dicho, lo está engañando el Maligno, ya que todos necesitamos en primer lugar de Dios, y en segundo lugar del prójimo.

Entonces, cuando estemos abatidos, busquemos ayudas, en el Cielo y en la tierra.

lunes, 11 de febrero de 2019

NOVENO DÍA DE LA NOVENA



NOVENO DÍA DE LA NOVENA


En el nombre del padre, del Hijo y del Espíritu Santo


Acto de Contrición


Señor mío Jesucristo, Dios y Hombre verdadero, Creador, Padre y Redentor mío, en quien creo, en quien espero y a quien amo sobre todas las cosas; humildemente postrado ante vuestra divina majestad, os pido me perdonéis todas las ofensas e ingratitudes que he cometido contra Vos. Conozco, Señor, que soy indigno de parecer ante vuestra presencia; por lo cual vengo a Vos por medio de vuestra amantísima Madre, a la que ruego interceda por mí, para alcanzarme el perdón de los pecados que yo de corazón aborrezco, y propongo con vuestra gracia no volver a cometer. Amén.


Oración preparatoria para todos los días


¡Oh María Inmaculada, Santísima Virgen de Lourdes! deseando hacer esta novena con la mayor devoción de mi alma, y responder al llamamiento que en persona de la humilde Bernardita, habéis hecho a todos vuestros hijos, me postro a vuestro pies para escuchar con atención vuestra voz, exponeros mis necesidades y solicitar vuestros amorosos cuidados. No me desechéis, Madre mía, a pesar de mi indignidad; atended únicamente al arrepentimiento que tengo por haber afligido vuestro maternal corazón y renovado la pasión de vuestro amantísimo Hijo, acudid en mi ayuda durante esta santa novena, en la cual me propongo purificar mi alma y conseguir por vuestra intercesión el favor especial que solicito de la Divina Majestad y dar gracias a la misma, por todos los beneficios recibidos (y especialmente por el que es motivo de estos obsequios) Amén.

Noveno Día


¡Inmaculada y Santísima Madre de Dios! Altísimas lecciones me habéis dado en esta Novena; saludables y amorosas invitaciones he recibido; no quiero ser ingrato ni obstinado. Decididamente me propongo servir a Dios con fidelidad, amarle con todo el afecto de mi alma, y honraros a Vos como a Madre mía queridísima. Imprimid estos efectos en mi corazón para que jamás los olvide; obtenedme la gracia de perseverar constantemente en estos Santos pensamientos hasta exhalar el último suspiro de mi vida, mereciendo, ahora y siempre vuestra protección, hasta que tenga la dicha de gozar en el cielo de las infinitas delicias, que Dios tiene preparadas para los que le aman. Y a fin de que estos mis propósitos os sean más aceptables, os saludo con las siguientes Avemarías y deprecaciones


Se rezan las Avemarías como el primer día y después la oración final: Inmaculada Señora etc.


Oración Final


Inmaculada Señora y Madre mía, por el grande amor que mostrasteis a los hombres, dignándote aparecer en una tosca gruta e instruir a la joven y dichosa Bernardita, os ruego me hagáis merced de alegrar mi corazón con vuestras influencias soberanas. Y así, Señora, como hicisteis brotar en la gruta de Lourdes aquel manantial riquísimo de cristalinas y saludables aguas, para remedio del cuerpo, derramad sobre mi pobre alma las dulcísimas y fértiles aguas de la gracia, que apaguen mi sed por las cosas de la tierra, y limpien mi espíritu para que sea digno de los goces purísimos del cielo. Amén.

domingo, 10 de febrero de 2019

OCTAVO DÍA DE LA NOVENA





OCTAVO DIA DE LA NOVENA

En el nombre del padre, del Hijo y del Espíritu Santo

Acto de Contrición

Señor mío Jesucristo, Dios y Hombre verdadero, Creador, Padre y Redentor mío, en quien creo, en quien espero y a quien amo sobre todas las cosas; humildemente postrado ante vuestra divina majestad, os pido me perdonéis todas las ofensas e ingratitudes que he cometido contra Vos. Conozco, Señor, que soy indigno de parecer ante vuestra presencia; por lo cual vengo a Vos por medio de vuestra amantísima Madre, a la que ruego interceda por mí, para alcanzarme el perdón de los pecados que yo de corazón aborrezco, y propongo con vuestra gracia no volver a cometer. Amén.

Oración preparatoria para todos los días

¡Oh María Inmaculada, Santísima Virgen de Lourdes! deseando hacer esta novena con la mayor devoción de mi alma, y responder al llamamiento que en persona de la humilde Bernardita, habéis hecho a todos vuestros hijos, me postro a vuestro pies para escuchar con atención vuestra voz, exponeros mis necesidades y solicitar vuestros amorosos cuidados. No me desechéis, Madre mía, a pesar de mi indignidad; atended únicamente al arrepentimiento que tengo por haber afligido vuestro maternal corazón y renovado la pasión de vuestro amantísimo Hijo, acudid en mi ayuda durante esta santa novena, en la cual me propongo purificar mi alma y conseguir por vuestra intercesión el favor especial que solicito de la Divina Majestad y dar gracias a la misma, por todos los beneficios recibidos (y especialmente por el que es motivo de estos obsequios) Amén.
Octavo Día

¡Oh Inmaculada María; toda hermosa, pura y sin mancha desde el primer instante de vuestra Concepción! Alcanzadme la pureza de alma y cuerpo, y la limpieza de toda culpa, para que pueda acercarme dignamente al Santísimo Sacramento del altar. Si el ciervo sediento corre presuroso a las aguas cristalinas para apagar su sed, sedienta se halla mi alma, por acercarse a ese Sacramento de bondad y de amor. Obtenedme, Virgen Santa, tal gracia al recibir mañana a vuestro Santísimo Hijo en la comunión, que jamás llegue a echarlo de mi alma por el pecado, porque sin Jesús, que es mm vida, mi dicha y todo mi consuelo, no puedo vivir, ni tener paz en mi corazón. Para conseguir esto os saludo con las siguientes Avemarías y deprecaciones.

Se rezan las Avemarías como el primer día y después la oración final: Inmaculada Señora etc.

Oración Final

Inmaculada Señora y Madre mía, por el grande amor que mostrasteis a los hombres, dignándote aparecer en una tosca gruta e instruir a la joven y dichosa Bernardita, os ruego me hagáis merced de alegrar mi corazón con vuestras influencias soberanas. Y así, Señora, como hicisteis brotar en la gruta de Lourdes aquel manantial riquísimo de cristalinas y saludables aguas, para remedio del cuerpo, derramad sobre mi pobre alma las dulcísimas y fértiles aguas de la gracia, que apaguen mi sed por las cosas de la tierra, y limpien mi espíritu para que sea digno de los goces purísimos del cielo. Amén.

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