Uno de los motivos por los cuales debemos rezar es para conocer cuál es la Voluntad de Dios para nosotros. Dios tiene preparado un camino para que lleguemos a la santidad más seguramente y nosotros tenemos que rezar mucho para que Dios nos vaya guiando según ese camino que Él, desde toda eternidad, tiene fijado para nosotros.
Porque Dios ha preparado muchas gracias para nuestra vida, y las ha preparado desde antes de que nosotros fuéramos creados. Pero Él nos las dará a condición de que nosotros las pidamos en la oración. Por eso si rezamos recibiremos, pero si no rezamos, perderemos las inestimables gracias y ayudas que Dios hubiera querido darnos. Entonces aquí descubrimos qué importante es la oración, que aclara los más oscuros caminos y nos ilumina el alma y la aleja del Maligno. Con la oración se puede enfrentar cualquier peligro y se nos va revelando qué es lo que Dios quiere de nosotros, y también recibimos la fuerza necesaria para llevarlo a la práctica.
Debemos imitar a Jesús que, cada vez que tenía que tomar una decisión importante en su vida, se ponía a rezar incesantemente, como lo hizo antes de elegir a los Doce, en el desierto, en el Huerto de los Olivos y siempre, para prepararse bien a su misión. Nosotros hagamos lo mismo y recemos ante cada decisión importante que debamos tomar y recemos constantemente para que Dios aparte los obstáculos que Satanás y todos los espíritus malignos nos ponen en el camino para llevarnos a la perdición junto con ellos.