martes, 27 de marzo de 2018


DEVOCIÓN DE LOS SIETE DOLORES DE LA VIRGEN MARÍA:

La Santísima Virgen María manifestó a Santa Brígida,
y le hizo la promesa, de que concedería siete gracias
a las almas que la acompañasen diariamente,
rezando siete Avemarías y meditando en sus dolores.

Las siete gracias prometidas por María son:

1- Pondré paz en sus familias.

2- Serán iluminados en los Divinos Misterios.

3- Los consolaré en sus penas y acompañaré en sus trabajos.

4- Les daré cuanto me pidan,
con tal que no se oponga a la voluntad
de mi Divino Hijo y a la santificación de sus almas
5- Los defenderé en los combates espirituales
con el enemigo infernal,
y los protegeré en todos los instantes de su vida.

6- Los asistiré visiblemente en el momento de su muerte:
verán el rostro de su madre.

7- He conseguido de mi Divino Hijo
que los que propaguen esta devoción sean trasladados
de esta vida terrenal a la felicidad eterna directamente,
pues serán borrados todos sus pecados,
y mi Hijo y Yo seremos "su eterna consolación y alegría".




LOS SIETE DOLORES DE MARÍA:

1º DOLOR: La profecía de Simeón
(Evangelio según san Lucas capitulo 2, versículos del 22 al 35)

Virgen María por el dolor que sentiste cuando
Simeón te anunció que una espada atravesaría tu alma;

por los sufrimientos de Jesús,

y, ya en cierto modo te manifestó
que tu participación en nuestra redención,
como corredentora, sería a base de dolor;
haz que seamos dignos hijos tuyos
y podamos imitar tus virtudes.

Ruega por nosotros, Virgen dolorosísima,
que estuviste constantemente junto a la cruz de Jesucristo.

2º DOLOR: La huida a Egipto
(Mateo 2: 13 - 15)

Virgen María por los dolores que padeciste
al tener que huir de Egipto con Jesús Niño y José,
 haz que tengamos un corazón atento
para huir de todas las ocasiones de pecado
y que la Sagrada Familia sea, en nuestros hogares,
 el ejemplo a seguir.

Y por las lagrimas que derramaste y el dolor que sentiste
 haz que sepamos huir siempre de las tentaciones del demonio.

Ruega por nosotros, Virgen dolorosísima,
que estuviste constantemente junto a la cruz de Jesucristo.

3º DOLOR: Jesús perdido en el Templo
(Lucas 2, 41 al 50)

Virgen María, que junto a José sufriste
cuando perdisteis por tres días a Jesús,
madre, por el dolor que sentiste y las lagrimas que derramaste,
llévanos siempre de tu mano, como a niños,
para que no nos perdamos.

Y si alguna vez, por nuestros errores,
nos alejamos de vosotros,
haz que no descansemos hasta encontraros nuevamente.

Y por los méritos de ese dolor
haz que los más jóvenes no se pierdan por malos caminos.

Ruega por nosotros, Virgen dolorosísima,
que estuviste constantemente junto a la cruz de Jesucristo.

4º DOLOR: El encuentro con Jesús, cargado con la cruz
camino del calvario

(Vía Crucis, cuarta estación)

Virgen María, por las lagrimas que derramaste
y el fuerte dolor que experimentaste
al encontrar a tu querido Hijo con la cruz a cuestas,
ayúdanos a cambiar nuestros corazones
para no aumentar más el peso de su cruz
con nuestras ofensas y pecados,
causa de su muerte y de tu tristeza.
Haz que podamos ser para Jesús otro Cirineo.
Y por los méritos de este dolor
haz que seamos dignos vasallos de tan Gran Rey
y sepamos ser humildes como El lo fue.

Ruega por nosotros, Virgen dolorosísima,
que estuviste constantemente junto a la cruz de Jesucristo.



5º DOLOR: La Crucifixión y muerte de Jesús
(Juan 19, 17 al 30)

Virgen María, por tu sufrimiento inmenso
al ver a tu Hijo clavado en la cruz,
enséñanos a aceptar con paciencia
todas las cruces que estamos viviendo
y las que nos toquen vivir en el futuro,
ofreciéndolas con mucho amor
por la conversión de los pecadores.
Y por las lagrimas que derramaste y el dolor que padeciste,
no permitas que jamás muramos por el pecado
y haz que podamos recibir los frutos de la Redención.

Ruega por nosotros, Virgen dolorosísima,
que estuviste constantemente junto a la cruz de Jesucristo.

6º DOLOR: La lanzada y María recibe a Jesús bajado de la cruz
(Marcos 15, 42 al 46)

Virgen María, por las lagrimas que derramaste
y el dolor que sentiste al ver la lanzada en el corazón
de tu amado Hijo Jesús,
por esas lágrimas que se mezclaron con su sangre
cuando lo recibiste en tus brazos maternales,
sé nuestra fortaleza para que podamos entregarnos
a todos los que necesitan ayuda,
dándoles nuestro tiempo, dedicación y amor.
Virgen María te acompañamos en ese dolor,
y por los méritos del mismo
haz que sepamos amar a Jesús como El nos amo.

Ruega por nosotros, Virgen dolorosísima,
que estuviste constantemente junto a la cruz de Jesucristo.

7º DOLOR: El entierro de Jesús y la Soledad de la Virgen
(Juan 19, 38 al 42)

Virgen María, por las lágrimas que derramaste
y el dolor que sentiste al enterrar a tu Hijo,
El, que siendo el Creador,
Dueño y Señor de todo el universo,
llevó su humillación hasta el último momento
por el rescate de nuestros pecados,
haz que siempre os tengamos, a Jesús y a Ti, por compañía.
Virgen María
 madre nuestra adoptiva y corredentora,
que le acompañaste en todos sus sufrimientos
y quedaste sola y llena de aflicción
al dejar el cuerpo de tu Divino Hijo en el sepulcro, 
te acompañamos en este dolor,
y, por los méritos del mismo,
concédenos a cada uno de nosotros
la gracia particular que te pedimos:

(decir el favor especial que se quiere conseguir).

Ruega por nosotros, Virgen dolorosísima,
que estuviste constantemente junto a la cruz de Jesucristo.

Virgen María, líbranos de todo mal
y pon en el Corazón Sagrado de tu Hijo Jesús
nuestras plegarias y necesidades.

+ Así sea. +

Repetir todo durante siete días seguidos.
Rezar todos los días un Avemaría en cada dolor,
mientras se meditan.
Se aconseja leer del Evangelio las citas que acompañan
a cada uno de los dolores.
Además del Avemaría se puede rezar,
después de reflexionar cada dolor, un Padrenuestro y un Gloria.


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