Mi Señor, quiero amarte con un amor verdadero, apasionado y fiel, un amor que me nutra y encienda la llama de tu Espíritu sobre mí para proyectar mi vida con amor, claridad, pasión y entrega. Sabes que estoy lleno de vacíos que sólo pueden ser colmados por tu presencia divina. Mis miedos, dolores, preocupaciones, y angustias, sólo se desvanecen ante la fuerza poderosa de tus palabras. Confío en que tus beneficios me llegan a diario y en todo momento, por eso no tengo que dejarme limitar por rigurosas leyes absurdas que intentan separarme tus gracias y bondades
Amado Padre, todo lo bueno que me has dado es porque Tú me lo has provisto. Gracias, por permanecer a mi lado y ayudarme en todas mis luchas y así poder trabajar duro y esforzarme por sólo aquello que me hace crecer como persona. Con tu sombra protectora haces que todas las dificultades y todos los problemas se transformen en lluvia de bendiciones que me hacen más tuyo y confirman la innegable presencia de tu poder en mi vida.
Ven, Dios mío, a ser el escudo contra los malos deseos de aquellos que no me quieren ver feliz. Ven y desintegra toda palabra destructiva y llena de odio que esté atentando contra mi vida. Tú me sostienes a diario, me vas fortaleciendo sin dejarme vencer por la tristeza y como coraza impenetrable me proteges y apartas del enemigo malo. Cuento con tu poder, con tu bendición de Padre que provee y satisface las necesidades de sus hijos. En Ti puedo descansar confiado eternamente. Amén
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